Sentado en las bancas entre las diferentes manchas de colores, el que las visita se siente como en un remanso, un lugar donde reaparecen los cuentos de las obras de arte y vibrante paisaje del mundo, la pintura es necesaria apreciarla, contemplarlas y sentir su fuerza de atracción, casi magnética, en cada cuadro se ven las huellas de una pincelada que se desplaza de arriba, abajo rompiendo las formas en su capacidad de evocar sensaciones al espectador.
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